Carmen López Román

Biografía

Motivaciones

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Soy sólo una mujer Trabajadora, peona de limpieza, que salgo adelante con el miserable salario que me pagan…

Yo se bien de las dificultades de la privatización de los servicios, de trabajar en tierra de nadie, sin que ni la administración, ni la empresa se hagan cargo de tú trabajo, ni de hacer cumplir tus derechos como trabajadora del edificio publico gestionado por la empresa privada.

De los contratos por horas, de la norma de no hacer contratos de jornadas enteras.

De tener los salarios congelados o con un 0,2% de subida, de las dificultades y las carga que supone no poder usar los mínimos derechos por los riesgos de conflictos que corres.

De la incultura y la baja formación que nos dan y de nosotras esperan, cuando nosotras sabemos mucho más de lo que contamos de aquellos edificios Públicos en los que limpiamos… Ay si las limpiadoras hablaran!!! y el secreto profesional en nuestro caso se cotizara.

Desde que suena el despertador con su horrible, pipipipi!!! hasta que una vuelve a cobijarse entre sus sábanas, pasan muchas vidas.

Hay gentes que van tan ensimismadas que solo son capaces de leer artículos de opinión para luego argumentar la suya, otras llevan puestos los cascos para evitar la presencia de los otros, hay gentes que van con el movil conversando y se chocan con las gentes o se saltan el semáforo.

Soy asidua de la línea E cuyo paseo es interminable y me gusta mirar las caras de las gentes, tengo habilidad de escuchadora y las gentes me cuenta historia, me cuenta su historia.

De ahí me quedo a veces prendada de algunas mujeres y de algunos hombres que comparten bus con mi persona.

La linea E lleva a gentes que trabajan en las Quemadas, a gentes que estudian en Rabanales, a gentes que tiene una pena honda caminito al cementerio o a gentes que vuelven de visitar a sus presos o que ese mismo día los soltaron de la trena.

Lleva a las madres y abuelas de muchas de la chavalería a la que le doy un trapo y quitatinta o a la que regaño y regaño porque no me parece que los mocos aparezcan en los cristales.

Vienen y van en un eterno regreso a casa de echar horas en la ciudad, de comprar en el DEZA que le sale más arreglao, de limpiar en otro lugar loss mismos mocos que yo limpio.

Vienen de visitar a sus mayores, con cara de tristeza, a sus mayores que habitan een el olvido, en una residencia llamada el Yate.

La línea E pasa por la vida y miras a la cara de las gentes y le ves surcos, la mirada empañada a veces y le notas la fatiga, la hartura y la paciencia a algunos, mientras otros son la ira.

Y yo siempre me pregunto, cuanto tiempo ha de pasar para que cambiemos nuestras formas de organizar la vida, cuanto tiempo ha de pasar para una transformación de nuestra cultura?

Para un volver a comprender que el Capital, el unico capital es la lo humano, hacer que la vida sea posible, compartir los cuidos que la hacen merecedora de llamarse vida. Hacer que la Politica sea la gestión de la vida cotidiana.

Si todos nacemos desnudos, sin dientes y con hambre… a que viene despues la disferencia.

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