La iniciativa pertenece a la red Ciudades por el Cambio y el manifiesto está impulsado por los responsables de Salud de los municipios de Madrid, Barcelona, A Coruña, Santiago de Compostela, Zaragoza, Cádiz y la concejala de Ganemos Córdoba, Vicky López.
Martes 1 de diciembre de 2015. El grupo se adhiere a un manifiesto municipalista del que ha formado parte en la redacción y que firman los concejales en salud de otros 6 municipios a nivel estatal: Madrid, Barcelona, A Coruña, Santiago de Compostela, Zaragoza y Cádiz pertenecientes a la red de candidaturas municipalistas de Ciudades por el Cambio. El manifiesto es un primer paso en la colaboración en acciones conjuntas en estas líneas, y está abierto a la adhesión de otros concejales y municipios.
Vicky López, concejala de Ganemos Córdoba, participante en la redacción del manifiesto y experta en salud comunitaria cree que es “un paso muy importante estar en esta Red de Municipios por el cambio en Salud porque Ganemos Córdoba tiene entre sus líneas de trabajo el impulso de programas que fomenten la salud y construyan entornos y ciudades saludables desde lo municipal”.
Este manifiesto defiende la derogación de la “Ley de racionalización y sostenibilidad de la administración local”, que limita las competencias municipales de salud a la protección de la salubridad pública. Los municipios firmantes del manifiesto consideran que desde los ayuntamientos hay oportunidades especiales para poder promocionar la salud de los ciudadanos y las ciudadanas, con estrategias intersectoriales que impulsen una perspectiva de salud en todas las políticas públicas, o que aborden el desarrollo de la salud comunitaria en los barrios y en los pueblos.
En este sentido, el manifiesto defiende actuar desde la administración local sobre los determinantes sociales de la salud y recuerda que mejorar las condiciones sociales, económicas, ambientales, políticas y culturales de los municipios contribuye a mejorar la salud de las personas. Proclama también que la salud se debe tratar como un eje transversal en la acción municipal, introduciendo la evaluación del impacto en salud de dichas políticas públicas. Así pues, la reducción de las desigualdades sociales en salud, por razón de género, de clase social, de territorio, de origen, etc, tienen que ser un compromiso y un objetivo de todo gobierno, según el manifiesto.
El manifiesto también compromete a los firmantes a garantizar el derecho a la protección de la salud, y a una atención sanitaria pública, de cobertura universal, y sin exclusiones, equitativa, gratuita en el punto de la asistencia, y financiada por impuestos progresivos suficientes como para cubrir las necesidades de la población.
Emplaza a los ayuntamientos también a regenerar el carácter público de los servicios de salud; a asegurar la transparencia, la eficacia y los derechos de las personas usuarias; a potenciar la Atención Primaria; y a fomentar la participación real y la democracia en la salud, favoreciendo que la ciudadanía y el personal sanitario tengan un protagonismo real en los órganos de gobierno del sistema sanitario y de los centros.
Finalmente, los firmantes se comprometen a trabajar por unas ciudades que no generen enfermedades, sino que cuiden las personas que las habitan, así como los bienes comunes y los espacios públicos donde se desarrolla la vida cotidiana.
