Hoy, más que nunca las personas necesitamos más cultura, necesitamos feminismo,
necesitamos cambiar el mundo. Necesitamos Paz.
La cultura de las mujeres, siempre ha sido una cultura invisibilizada, soterrada, desvirtuada,
y conscientemente desprestigiada. Tildada muchas veces con una etiqueta entrecomillada
«de, para, mujeres». Etiqueta, que más que ayudar, aleja a un público asustadizo con todo
aquello que no suene a género masculino.
Las mujeres que han conseguido sobresalir en el mundo de la cultura (y llamamos cultura a
la que genera, innova, aporta, crea, transforma…) son nombradas como complemento y
colorido en una lista visiblemente masculina, donde numéricamente los nombres de
hombres son superiores a los nombres de mujeres, convirtiéndolas (y convirtiéndonos) así
en una representación anecdótica e insignificante, muy significativa, sin embargo, para
quien lo quiera ver. Son listas incompletas en las que faltan muchas mujeres en el haber
cultural, artístico, científico, político.
«Los estudios feministas iniciados en los años 70, con el objetivo de revisar y recuperar la figura de las mujeres, pusieron de manifiesto que sus obras, sus aportaciones y su influencia habían sido constantes a lo largo de la historia.
Algunas, fueron fundamentales para el surgimiento, desarrollo y evolución de los
movimientos artísticos, científicos y sociales» La injusticia no es inocente, porque ya
sabemos que lo que no se nombra, no existe, desaparece y muere.
Debemos hacer justicia para construir una cultura y una sociedad donde podamos
equipararnos en igualdad de condiciones. Donde la valía como personas no se deposite en el
sexo, sino en su valor como seres humanos. Nuestro principal esfuerzo debe encaminarse a
reconstruir el imaginario colectivo y devolver el reconocimiento y el espacio, no sólo a
aquellas mujeres que fueron, sino a las que somos y a las que serán.
Cultura es hacer visible lo invisible. Bien lo sabemos. Eso es cultura.
Las mujeres sí tenemos una cultura propia, que resiste valiente en la cultura patriarcal. Es
una cultura extensible a todas las personas, independientemente de su sexo, porque las
mujeres no excluimos a nadie. Es una cultura que, a pesar de haber sido forjada durante
siglos en los calabozos de la marginación y el despotismo, habla de derechos humanos, de
ecología, de inclusión social, de solidaridad humana, de interculturalidad, de desobediencia
ante las injusticias, de diálogo, porque la cultura feminista es sinónimo de cultura de paz.
Tenemos propuestas de cambio, propuestas para la economía mundial, propuestas para
gobernar de otra manera, propuestas para vivir, en definitiva, en un mundo más sano y…
sólo tienen que escucharnos. Y mientras nos escuchan tenemos que devolver a las mujeres
lo que le ha sido robado:
Queremos reescribir la historia, reconstruir los géneros, desmontarlos.
Construir cultura en común. Crear deportes comunes, películas comunes, espacios comunes
donde nadie se sienta en desventaja.
Queremos renombrar las calles y los edificios con nombres de mujeres doblemente muertas,
coeducar en valores universales, adecuar el verbo y el diccionario a un lenguaje inclusivo.
Tenemos que terminar con la cultura elitista y clasista, con el espectáculo propagandístico
misógino; con la falta de presencia de las mujeres en los programas culturales públicos.
¡Tenemos que defender la paz a bocados!
¡Recuperar el sentido común!
Las mujeres no somos una anécdota, ni una anomalía en el ámbito de la cultura, del saber,
de la ciencia, del arte… Somos una realidad, hemos venido a quedarnos y como decía
Angela Davis: “No voy a aceptar más las cosas que no puedo cambiar. Voy a cambiar las
cosas que no puedo aceptar”
Más feminismo. Más Cultura.
Nuestros lemas para la manifestación con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la
Mujer.
1. Sin mujeres no hay cultura
2. Más feminismo mejor cultura
3. Mujeres en los escenarios ya!
4. Cultura feminista cultura de paz
5. La cultura tiene rostro de mujer
6. No a la cultura patriarcal
7. Iguales y visibles también en el deporte
8. Cultura feminista cultura de igualdad
9. Somos seres culturales, no objetos sexuales
10. La palabra pública también nos pertenece
11. Mujer no me gusta cuando callas
