El Grupo TT es un colectivo del Rey Heredia de padres, madres y jóvenes transexuales que suma cerca de medio centenar de personas y tiene en su haber una actividad frenética para hacer visible la realidad y demandas de las personas transexuales de nuestra ciudad
Son las 20 horas de un viernes asfixiante del julio cordobés, pero en el interior del Centro Social Rey Heredia corren aires de libertad. Medio centenar de jóvenes, en compañía de sus padres y madres, se dan cita todas las semanas para hablar de tú a tú de su realidad, tan desconocida comoancestral, tan natural como estigmatizada y tan invisibilizada como presente en nuestra ciudad.
Son niños con vagina y niñas con pene, jóvenes transexuales que han crecido en un cuerpo que ahora aprenden a querer, a aceptar, a transformarlo para que cada día se parezca más al género sentido y a sortear las vallas sociales y legales para que, más pronto que tarde, sus documentos de identidad reflejen quiénes son.
Todo comenzó hace un año. El hijo de Carmen Ceballos, la alma máter del Grupo TT, le reveló a su madre que era un chico y no una niña, tal como rezaba en la partida de nacimiento. Carmen tardó un solo día en ponerse a buscar información y a personas transexuales que pudieran ponerle luz a la situación que le planteaba su hijo. En esto se encontró con Álex y Daniel, dos chicos transexuales que habían hecho ya el camino que ahora tendría que transitar su hijo.
Ya juntos, llamaron al timbre del Centro Social Rey Heredia para preguntar si podían reunirse periódicamente en este espacio que aglutina a diversos colectivos sociales comprometidos con los derechos humanos. Al mes ya eran más de quince. Un año después, el colectivo suma cerca de medio centenar de personas y tiene en su haber una actividad frenética de apoyo psicosocial, activismo y organización de jornadas y talleres para hacer visible la realidad y demandas de las personas transexuales de nuestra ciudad.
La última en llegar ha sido Alma, una niña de 16 años que ha encontrado en el grupo la luz que ahora le permite saber quién es cuando se mira al espejo cada mañana. Después de pensar que era un niño gay, de sufrir acoso escolar por su feminidad y de atravesar una profunda depresión, Alma acude todos los viernes al Rey Heredia en compañía de su padre, su madre y una hermana menor, donde tiene charlas privadas con sexólogas voluntarias que la enseñan a amar su cuerpo, le acompañan en su proceso hormonal y le dieron el impulso que necesitaba para ponerse su primer vestido y tacones en la fiesta de graduación del instituto.
“Alma nos lo comunicó sólo hace seis meses y, desde que vive acorde a su género, ha mejorado en los estudios y es más feliz”, dice Eva, la madre de esta niña que está eufórica de género y que dice que sus padres son “lo mejor que tengo en la vida”. Miguel, padre de Alma, ya ha acudido incluso a un centro educativo a impartir un taller sobre transexualidad para aclarar conceptos básicos que ahorran mucha discriminación y sufrimiento a niñas como Alma.
Junto a Alma está sentado Raúl, otro joven de 24 años al que su madre le aseguró lo que le ocurría: “Fui yo quien le comentó a mi hijo que no era lesbiana, sino un chico transexual”, recuerda, quien a pesar de su timidez se armó de valor para tocar el timbre del Rey Heredia y abrirle a su hijo un horizonte de certezas en la búsqueda de su verdadera identidad.
TT prepara más actividades de cara a septiembre
El Grupo TT trabaja ya en los talleres y charlas que impartirá a partir de septiembre para ir ganándole la partida a la transfobia, así como en una batería de medidas políticas que esperan que las instituciones autonómicas y municipales las pongan en marcha a la mayor brevedad posible, en pos de la igualdad real de las personas transexuales.
Alma está deseando retomar los estudios en septiembre. Sergio espera encontrar un trabajo más estable del que tiene. Raúl hace planes de futuro con su novia. Miguel y Eva esperan no olvidarse de la próxima cita médica en la que a su hija le pondrán la tercera hormona de estrógenos. Y Carmen, la alma máter del grupo, recuerda a los jóvenes transexuales, y a sus padres y madres, que llamando al timbre del Rey Heredia pueden transformar sus vidas.
@RaulSolisEU